Cuando se recibió y arribó a Marcos Juárez se le abrían todas las puertas para trabajar con mutuales o los jubilados al 50%. Vino desde Rosario en busca de nuevas oportunidades con su marido. Tenían una empresa con su familia que tenían altos y bajos. Su convicción de ayudar la incentivó a asistir a sus seres cercanos. Luego de 37 años puede dedicar su tiempo a su familia, que está conformada por dos hijos, uno de ellos es marinero y el otro Comisario Principal, ya retirado. Su marido estuvo en la construcción 43 años, cuando tenía 15 lo conoció y se fui a vivir con él a Rosario, luego se trasladaron a la ciudad. Amor por su trabajo Spretz demostró su pasión por su labor: "Siempre me gustó mucho mi profesión, me dediqué, estudié. Estudié enfermería 3 años en Bell Ville. Debía ayudar y salir adelante. Aquí pude trabajar porque los familiares de mi marido o siempre había alguien que podía cuidar a los chicos". Ayudar a los demás Además expuso su felicidad por darle una mano a los demás: "Recuerdo a mi trabajo como algo buenísimo porque sabía que había mucha gente con problemas en los pies, diabéticos y gente con problemas circulatorios. Yo quería que esa gente estuviera bien y pudiera caminar. Dependían mucho de la pedicura y lo que hacía". "Por eso era estudiar, escuchar y comprender a toda esa gente. Estoy muy orgullosa de mi profesión y haberle demostrado a la gente que uno no es cualquier cosa y que somos parte del sistema de salud", agregó Eva. Agradecimiento a COYSPU Para finalizar, la podóloga le dedicó unas palabras de agradecimiento a la cooperativa: "Muchas gracias a COYSPU por haberme dado la oportunidad de desarrollar todo mi potencial y habilidades, lo que aprendí en la gente que tanto amo. Estoy muy contenta de haber llegado hasta acá de esta manera".