Ana Laura Santamaría, madre de Camilo Furrer, habló sobre el cambio de género de su hijo en honor al Día del Orgullo LGBTIQ y cómo fue para su familia atravesar este proceso de identidad.

Su mamá expresó: “Fue un proceso muy largo, fuerte y doloroso en el sentido de verlo mal a mi hijo porque ni nosotros ni él sabía que le pasaba. Esto no es de un día para el otro, es un aprendizaje tanto para la persona que transita el cambio, como para la familia.

Empezó en la adolescencia y no nos hubieramos imaginado que todo iba a desenlazar en que ella (en ese momento) cambiaría su género.

Al principio fue fuerte porque él no sabía qué le pasaba, se sentía distinto, raro. Me decía que no se encontraba.

Vos escuchás cómo minimizan estas situaciones, o como dicen “uy si, porque tal es travesti” y lo siguen tratanto de hombre cuando es mujer o viceversa. Es tan difícil, no tienen ni idea de todo lo que esa persona tuvo que pasar para hoy sentirse libre y feliz.

Mi hijo tuvo muchos problemas; si bien en el colegio siempre le fue muy bien, no encontraba su lugar. Encontró su grupo de amigas, festejó sus 15 años hasta que empezó con su incertidumbre y malestar. Tuvo su tratamiento psicológico y se autolesionaba, sucedió porque él no estaba bien.

Empezó diciendome que le gustaban las mujeres, cuando él era mujer, y yo no lo tomé mal. Siempre le dije que su vida sexual era su elección, siempre lo que me importó es que mi hijo sea feliz, que él encuentre la felicidad. No importa después con quién estás, si sea mujer o hombre, con que sea una buena persona y él esté bien.

Al estar en un pueblo más chico que todos te conocen y hablan, cuando se fue a estudiar a Córdoba no miraban con quién estaba o cómo se vestía; ahí se empezó a sentir mucho mejor.

Toda la familia, tanto yo madre, papá, hermanos, abuelos, absolutamente todos lo acompañamos porque nunca lo juzgamos. Me di cuenta que era más masculino hasta que un día me dijo que quería cambiar su identidad porque se sentía un varón y no le gustaba ser mujer. Me puse un poco en shock pero le pregunté cómo era hacerlo y le pedí que no cambiara tanto su nombre, entonces de Camila pasó a Camilo. 

Él averiguó todo solo, fue abriendo camino y hasta el día de hoy hablo de mi hijo y se me explota el corazón, para mi es una persona muy valiente que realmente buscó su felicidad, lo que quería y gracias a Dios encontró estar bien. Hasta hace poco decidió operarse.

Se fue todo como se tenía que dar. Todos nos estamos acostumbrando todavía porque fueron 18 años que fue Camila, es difícil acostumbrarse a tratarlo como él, pero todos lo hacemos, hasta mi papá de 85 años y sus hermanos de 12 años son mucho más abiertos que nosotros. Fundamentalmente es el apoyo de la familia, siempre lo acompañamos.

A Camilo lo veo feliz, lo veo totalmente una persona bien, saludable, solidario, con ganas de progresar. Para mi es lo más, es una persona que fue por su felicidad y eso me enorgullece un montón, es un chico que estudia, se capacita y trabaja también para ayudarme a tener su vida en Córdoba”, finalizó.