Sociedad.

Marcos Juárez

Camilo Furrer: “Mi transición de género fue como nacer de nuevo y hoy celebro mi identidad”

Desde hace un año y medio, Cami comenzó su cambio de identidad de mujer a hombre, el cual describió como un proceso de duelo en dejar atrás a la persona que era y hoy “se siente completo, realizado y en paz”.

28-06-2022
  • Camilo Furrer

Hoy en el Día del Orgullo LGBTIQ+, Camilo Furrer contó a Cadena Sudeste cómo fue su cambio de identidad. Durante 19 años fue Camila, hasta que decidió ser quién realmente quería ser. Hoy Cami es una persona que cambió su DNI, hace más de un año que está en tratamiento de tetosterona y dos meses que se operó.

Su lucha

Sobre lo que significa este día para él:  “Creo que para todos es un día de muchas emociones, porque en mi caso me genera buenas y malas. Salir a la calle y ver cuánta gente hay festejando en las marchas se expresa y no se averguenza. Puede que genere angustia pensar por qué tiene que ser necesario esto, que todos deberíamos tener los mismos derechos y no debería hacer falta reclamar cosas hoy en día lógicas. Se seguirá reclamando hasta que nadie más tenga que salir del clóset. Estamos a años luz de terminar esta lucha. Hoy celebro quién soy yo, haberme podido cambiar el nombre y haberme operado. Festejo cada parte de mi identidad y mi proceso”.

Desde su infancia 

“Desde muy chico sentí que no encajaba y no me sentía bien conmigo mismo. Fueron muchos años de darle vuelta a todo y no encontrar respuesta. Empecé con cambios pequeños como cortarme el pelo o comprarme ropa de varón. Así me di cuenta que me sentía mejor que nunca después de tanto tiempo de pasarla mal.

Nunca me hizo falta sentarme a hablar sobre eso. Mi mamá ya entendía todo y seguramente antes de que yo lo acepte, ella ya lo sabía. Soy muy afortunado, desde mis viejos hasta mis abuelos, personas que esperaba que siempre fueran así conmigo. Se involucraron y creo que no hubiera sido todo tan simple sin ellos.

Empecé mi transición en enero de 2021 y me ayudó estar en Córdoba que es una ciudad más grande. En Marcos Juárez la hubiera realizado igual pero allá nadie tiene conocimiento de nada. Los espacios acá sobran para todos, aunque nunca tuve una situación de discriminación directa en Marcos Juárez. Cuando tenés tanta gente que te apoya, eso pasa a un segundo plano. Sé que falta educación, respeto y espacios donde se involucren a las personas trans.

Desde que arranqué todo empezó genial. Empecé con las inyecciones de testosterona, mi cambio de identidad y hace dos meses me operé.

Me siento completo, realizado y en paz. Ojalá todos pudieran sentirse así igual que yo”.

El gran paso

“Suelo decir que el que esté sufriendo que ya no se esconda más y que si la gente que está a tu alrededor no te acepta, tenés un movimiento entero que te apoya. Solo dependemos de nosotros mismos. Hay que animarse, aunque no es fácil, pero no hay que esconderse más.

Uno siempre piensa que el proceso lo tienen que hacer los demás. Al principio me costó identificarme porque viví toda la vida con otro nombre y otro cuerpo. Por más que hoy me sienta yo mismo, tuve mucha gente que me acompañó. El proceso es un duelo. Es dejar atrás la persona que fuimos, fue difícil pero lindo. No solo mi familia sino una terapeuta me ayudó. Empecé a no tratarme de ella pero tampoco de él, hasta que decidí cambiar mi nombre. Para mi esta transición fue como nacer de nuevo, me gustaba que mis papás eligieron el nombre.

Mis compañeros de facultad me conocieron como mujer y este año reciénme vieron distinto, por la pandemia. En su momento hice un comunicado público en el grupo de la facultad comentandoles de mi situación y sus respuestas fueron las que yo esperaba, son personas muy respetuosas. Después de mi familia, fueron los siguientes en enterarse. De parte de la institución, también desde el día uno estuvieron ahí apoyandome y cambiaron mi nombre antes de cambiar mi género sin dudarlo.

Su tratamiento

La tetosterona es una medicación crónica, un tratamiento que no se termina nunca. Si querés podés dejarlo, aunque algunos efectos vuelven para atrás si dejo de inyectarme, como por ejemplo la menstruación. Al principio me inyectaba cada un mes y ahora hasta tres meses. Particularmente ahora no pienso dejarla, además la emoción que tengo de ir a inyectarme no se me va a pasar ni en diez años más.

Contactanos por cualquier consulta