Mariana Ardid es una fisicoculturista de 52 años que encontró un nuevo rumbo en su vida a través del fisicoculturismo, en el que prioriza 70% la alimentación y el 30% con ejercicio.

Desde hace cuatro años realiza este tipo de actividad que a partir de este año consideró hacerla de manera competitiva participando en certámenes. En su última participación salió cuarta pero depende mucho que competía con mujeres más jóvenes.

Sin embargo, Mariana no compite con otra persona sino con ella misma. Entrena todos los días excepto los domingos. Tiene una rutina de entrenamiento y alimentación controlada por un profesional y también es una propuesta que reafirma todos los días.

“Cuando uno va viendo cambios en su cuerpo, antes que lo estético está la salud y uno se incentiva en esto”, dijo la físicoculturista que cambió mucho su alimentación y así todo su organismo.

En su plan alimentario, incorpora muchas proteínas para formar masa muscular, prácticamente sin harinas y tres litros de agua diarios.

La doctora compitió en Santiago del Estero y en Córdoba, su próxima participación es en noviembre. “Lo hago como experiencia de un desafío personal, más allá del resultado son desafíos para mi vida y la alimentación también”. 

“Tengo cuatro mujeres adolescentes y ven que hay otras mamás que hacen lo mismo. Ahora se acostumbraron. Siempre hay comentarios fuera de lugar que no me sirven y no me suman”.

“Lo disfruto, no compito con nadie sino conmigo, mis hijas me acompañan. Ellas entrenan conmigo pero es incentivar la actividad física y la alimentación saludable, esto no quiere decir que no pueda comerse un fin de semana un helado o una torta una vez a la semana o cada tanto”, finalizó sobre su condición.