La lucha de Marcela por la inclusión de su hijo Augusto con un final feliz tras la viralización del caso
Gracias a la repercusión, la municipalidad intervino y se comprometió a realizar cambios en la infraestructura de la escuela. “Por suerte, la municipalidad se encargó... van a diseñar un baño para niños con discapacidad”, confirmó Marcela Bortol, mencionando también la instalación de una rampa para sillas de ruedas, una medida que facilitará el acceso en el patio de la escuela Zambruno.
Marcela Bortol
Lucha por la Inclusión Escolar: La Historia de Marcela Bortol y su Hijo Augusto
La adaptación de las escuelas para niños con discapacidad es una necesidad urgente que afecta a miles de familias en Argentina. En esta entrevista, Marcela Bortol comparte su experiencia personal y la lucha para garantizar los derechos de su hijo Augusto en una escuela de Marcos Juárez.
Una Petición que Desató un Cambio
Marcela Bortol, madre de Augusto, un niño de seis años con necesidades especiales, decidió hacer pública su solicitud de un espacio adecuado en la escuela para cambiar a su hijo, quien usa pañales y requiere de asistencia para ir al baño. La negativa inicial del establecimiento educativo motivó a Marcela a visibilizar una problemática que afecta a muchas familias.
"Después de una reunión, yo pedí un lugar para cambiar a gusto... necesitaba el espacio. El espacio, lamentablemente, me lo negaron", explicó Marcela durante la entrevista. Las autoridades escolares le informaron que las escuelas no están adaptadas para niños con discapacidad, una barrera que afecta directamente a la inclusión de estos alumnos en el sistema educativo regular.
Una Realidad que No Puede Ignorarse
El caso de Augusto es un ejemplo de los desafíos que enfrentan las familias con hijos con discapacidad en el sistema educativo argentino. La ley exige que los niños asistan a escuelas de nivel regular, pero muchas de ellas carecen de infraestructura adecuada para garantizar una educación inclusiva.
“Hoy en día, todos tienen que pasar por una escuela de nivel. No es una elección”, subrayó Marcela, evidenciando la falta de opciones para los padres en estas circunstancias.
Además, la familia de Augusto enfrentó otras dificultades, como la falta de obra social y la necesidad de contratar una maestra integradora de forma privada. "No tenía obra social, entonces tenía que, con mi marido, pagar particular una maestra integradora, porque es una de las tantas barreras que hay en la educación pública", señaló Marcela.
El Poder de la Visibilidad: Soluciones Tras la Viralización
La situación de Marcela y su hijo cobró visibilidad gracias a la viralización de videos que ella compartió en redes sociales. Esta exposición no solo alcanzó a la comunidad local de Marcos Juárez, sino que llegó a otras provincias. "Los videos llegaron hasta Córdoba... en grupos de padres con niños con discapacidades", relató Marcela, destacando cómo el apoyo de otras familias la impulsó a seguir adelante.
Gracias a la repercusión, la municipalidad intervino y se comprometió a realizar cambios en la infraestructura de la escuela. “Por suerte, la municipalidad se encargó... van a diseñar un baño para niños con discapacidad”, confirmó Marcela, mencionando también la instalación de una rampa para sillas de ruedas, una medida que facilitará el acceso en el patio de la escuela.
Un Final Feliz y Nuevos Retos
Finalmente, Marcela expresó su satisfacción por el desenlace de su lucha: "Llegó a un final feliz, que es lo que me pone muy contenta, que logramos lo que queríamos".
Sin embargo, también hizo hincapié en la importancia de seguir visibilizando estas problemáticas para garantizar la inclusión de los niños con discapacidad en el ámbito educativo.
Para muchas familias, estas "pequeñas cosas" como la adaptación de baños y rampas representan grandes avances en la vida diaria de sus hijos. Marcela concluyó que su historia es solo una de tantas que deben ser escuchadas para que se implementen cambios duraderos. "A veces con pequeñas cosas se pueden solucionar grandes problemas", reflexionó.
Reflexiones Finales
La experiencia de Marcela Bortol y su hijo Augusto es un recordatorio del largo camino que aún queda por recorrer para lograr la verdadera inclusión en las escuelas argentinas. La adecuación de los espacios educativos para niños con discapacidad no es un lujo, sino una necesidad básica para garantizar sus derechos y su desarrollo pleno en igualdad de condiciones.
Este caso también muestra el poder de la acción colectiva y la importancia de hacer visibles las dificultades que enfrentan las familias en situaciones similares. Solo a través de la visibilización de estas historias se podrán generar soluciones reales y permanentes.