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Marcos Juárez

Marcos Juárez fue sede del primer curso nacional de canes detectores y testigo de la emotiva despedida de "Brahma"

La ciudad recibió a fuerzas de todo el país en una capacitación inédita organizada por la FPA. En medio del entrenamiento y formación, se vivió un momento especial: el retiro de Brahma, la primera perra del país certificada para detectar éxtasis.

30-05-2025
  • Aldo Moises

Marcos Juárez fue sede del primer curso nacional de guías de canes detectores: formación, compromiso y la emotiva despedida de Brahma.


Durante varios días, la ciudad de Marcos Juárez se convirtió en el epicentro de un evento inédito a nivel nacional: el primer curso de formación para guías de canes detectores de sustancias prohibidas, organizado por la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA). En la flamante dependencia local, recientemente inaugurada, se capacitaron efectivos de diferentes provincias junto a sus perros, en un proceso tan técnico como humano.

El oficial principal Aldo Moisés, responsable de la División Canes de la FPA, explicó que este curso, en principio orientado al personal de su fuerza, despertó el interés de equipos de todo el país.

Tuvimos una convocatoria exitosísima con personal de Jujuy, Santa Cruz, La Rioja, Brigada Explosivos de Córdoba y la misma FPA. También vino personal del GIO IV que trabaja con K9”, señaló con orgullo.

Los canes que participan de estas tareas son seleccionados desde muy temprana edad en el criadero propio que tiene la FPA, habilitado por la Federación Cinológica Argentina. A través de un exhaustivo estudio genético y seguimiento del pedigree, se determina qué cachorros tienen las condiciones necesarias para el trabajo de detección.

“Nosotros buscamos perros con una genética adecuada, y a los que no reúnen las cualidades para detección se los dona a otras fuerzas, para otras tareas. Pero con los que sí, comienza un largo proceso de adiestramiento”, explicó Moisés.

Una pregunta recurrente es si los perros corren riesgos al estar cerca de sustancias ilegales. El oficial desmitificó esa idea:

“El perro nunca tiene contacto directo con la sustancia. Trabaja con elementos impregnados, como trapos o nylons, que estuvieron en contacto con drogas. Lo que busca en realidad es su motivador, que generalmente es una pelotita. Es importante aclararlo porque hay un mito de que se los droga para entrenarlos, y eso es completamente falso.”

El vínculo entre los guías y sus perros es muy fuerte. Desde la selección hasta el trabajo diario en operativos, los canes son considerados compañeros de equipo. Incluso, cuando llega el momento del retiro, no se van solos.

“Cuando un perro se retira, se va con su guía o con alguien de la fuerza que tenga las condiciones para tenerlo. Nos llueven las propuestas, todos quieren llevarselos. Son parte de la familia”, contó Moisés entre risas.

Durante este curso en Marcos Juárez hubo un momento especialmente emotivo: la despedida de Brahma, una ovejera alemana de línea de trabajo, que a sus ocho años culminó su carrera como detectora. Brahma fue la primera perra del país certificada para detección de éxtasis, con constancia oficial en su pedigree. Su retiro fue preparado con todos los honores, como corresponde a una trayectoria ejemplar.

“Brahma nos dio muchísimo. Más allá de los procedimientos positivos que tuvo, fue nuestra primera perra detectora de éxtasis, certificada por la Federación Cinológica Argentina. Para nosotros, eso es un orgullo enorme. Y ahora que se retira, es una mezcla de emociones. Alegría, porque va a descansar bien cuidada, y tristeza porque ya no la vamos a tener en el día a día”, compartió Moisés, visiblemente emocionado.

Además de su impecable labor, Brahma también dejó huella en el corazón de todos.

“Es difícil explicar lo que sentimos cuando uno de ellos se va. Nacen en nuestra división, los criamos, entrenamos, trabajamos con ellos en la calle. Pasamos momentos buenos y malos. No es sólo un perro, es un compañero”, agregó.

Otra curiosidad que se abordó durante la entrevista fue el origen de los nombres de los perros. Moisés reveló que no es la institución la que elige los nombres, sino el público.

“La gente participa y les pone nombre. Nosotros creemos que estos perros no son solamente nuestros, sino de toda la sociedad. Por eso, cuando la comunidad se involucra, sentimos que el vínculo con ellos se fortalece aún más.”

Finalmente, el oficial Moisés reflexionó sobre el trabajo con estos animales y el significado del grupo K9:

“El K9 es mucho más que una sigla. Es un equipo, una familia que trabaja día a día con dedicación, sacrificio y mucho amor por estos perros que son héroes silenciosos en la lucha contra el delito.”

Los entrenamientos de canes K9 se extienden por años, y su vida útil en servicio se calcula en alrededor de nueve, siempre priorizando su salud. Una vez retirados, continúan siendo respetados y queridos por quienes compartieron años de trabajo a su lado.

Este curso nacional fue, en definitiva, mucho más que una capacitación técnica: fue la reafirmación de un trabajo silencioso y valiente, y también un homenaje a la entrega incondicional de canes como Brahma, cuya historia permanecerá viva en cada operativo y en cada corazón que haya tenido el privilegio de conocerla.

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