Una empresa de grúas dijo “no” y Villa Allende se planta para salvar un quebracho
La negativa pública de una empresa de grúas a participar del operativo de remoción de un quebracho de casi 300 años: “No seremos cómplices de semejante atrocidad”, aseguraron

Lo que comenzó como un simple trámite vial se convirtió en una causa colectiva: un centenario quebracho detuvo máquinas, unió a la comunidad y enmudeció a la empresa más poderosa del rubro.
El majestuoso quebracho blanco, de aproximadamente 280–300 años, situado en la avenida Padre Luchesse de Villa Allende (Córdoba), fue protagonista este lunes tras intensificarse la movilización ciudadana. El Gobierno provincial había ordenado su remoción para avanzar con las obras de ensanche, generando una fuerte reacción vecinal y social.
Habitantes de la ciudad se asentaron en campamentos junto al árbol desde comienzos de julio, realizando abrazos simbólicos para impedir su extracción. Los vecinos salieron a la calle y acamparon “bajo el quebranto de una posible extracción inminente”, generando una inédita presión social.
La movilización encontró un aliado inesperado: la empresa @gruas.inglobal rechazó públicamente su participación en el traslado. En un comunicado respaldado por otras siete compañías, la firma afirmó que “no seremos los culpables ni estamos de acuerdo con semejante atrocidad”, señalando que el procedimiento atentaría contra un ejemplar de “importancia ecológica, científica, educativa, cultural e histórica”
La negativa empresarial, sumada al acampe ciudadano y a los pronósticos expertos —que estiman una supervivencia inferior al 20% tras el trasplante— dio impulso a la causa. “Las chances de mantenerse viviente tras el movimiento son casi nulas”, como habían advertido especialistas
En paralelo, la Fundación FUNAM y el Right Livelihood College presentaron un recurso de reposición judicial para reactivar el amparo ambiental, inhabilitando cualquier avance hasta que la Justicia emita una nueva resolución .
También se propuso una alternativa técnica: modificar ligeramente la traza de la avenida para preservar el árbol en su lugar. El 1 de julio, autoridades provinciales, municipales y asambleístas presentaron esta opción, y se otorgaron 48 horas para analizarla
Por último, la legisladora Brenda Austin ingresó un proyecto de ley para declarar el quebracho como “monumento natural”, asegurando su máxima protección legal provincial
Hoy, un árbol de tres siglos no solo resiste en su sendero: moviliza, convoca y cuenta con la solidaridad de quienes se niegan a la remoción. En Villa Allende, el quebracho blanco se convirtió en el símbolo de una comunidad que aprendió a erguirse.