Política y economía.

Villa Allende

Infantería a los palos: cortan la última raíz y abren paso a la grúa que ya saca el quebracho

Habría por lo menos dos personas que fueron golpeadas cuando se manifestaban pacíficamente. Una empresa tucumana envió la grúa que removerá el árbol, pero los vecinos se arrojaron a su paso para evitarlo. La Guardia de Infantería los desalojó a los palos. Desatendieron un último recurso de amparo al que había hecho lugar la justicia.

13-07-2025

La batalla por el Quebracho Blanco: tensión, represión y una orden judicial ignorada en Villa Allende.

Después de semanas de polémica, el emblemático quebracho blanco del acceso a Villa Allende iba a ser removido. Sin embargo, la resistencia de vecinos y ambientalistas, sumada a una orden judicial de último momento, complicaron una operación que terminó con represión policial, heridos y una comunidad movilizada.

La historia del quebracho blanco de la Avenida Luchesse parecía llegar a su fin este sábado, con todo listo para su remoción. Sin embargo, lo que debía ser un operativo técnico se transformó en un conflicto cargado de tensión, denuncias cruzadas y violencia institucional.

Desde fines de junio, el gobierno de Córdoba había decidido avanzar con la extracción del árbol, centenario y simbólico, a pesar de los reclamos ciudadanos y las dudas sobre sus posibilidades de supervivencia.

El hecho de que este intento coincidiera con la realización de un evento internacional sobre ambiente y economía circular no hizo más que aumentar la indignación: parecía contradictorio que, en el marco de una feria ecológica, se decidiera avanzar con la extracción de un árbol que para muchos es emblema de la zona.

Los “Autoconvocados por el Quebracho”, grupo de vecinos y ambientalistas que acampa hace semanas en el lugar, resistieron cada intento de avance. Incluso lograron que una empresa se retirara del operativo, al negarse a cortar raíces como le solicitaban, ya que su compromiso era solamente trasladar el árbol.

El sábado por la mañana, Felipe Crespo, secretario de Gobierno de Villa Allende, aseguró que el árbol estaba “técnicamente liberado” y que las tareas estaban siendo monitoreadas por un ingeniero agrónomo. Según explicó, el pan de tierra que rodea al quebracho se mantenía húmedo para facilitar su traslado.

Pero la tensión escaló pasado el mediodía. Mientras llegaba una nueva grúa procedente de Tucumán con dos camiones listos para iniciar el operativo, los vecinos leyeron en voz alta una orden judicial de amparo que paralizaba las obras. La Justicia pedía frenar la remoción. Pese a eso, la maquinaria siguió avanzando.

Lo que vino después fue caótico. La Guardia de Infantería intervino y, en medio de una protesta pacífica, comenzó a reprimir. Videos difundidos en redes sociales muestran escenas de violencia, gritos, empujones y personas tiradas en el suelo.

El fotógrafo y ambientalista Guillermo Galliano fue tajante: “Un desastre; gente golpeada, la infantería repartió palos a lo loco, una grúa gigante frenada, y una orden judicial que no se leyó”.

Incluso se denunció la agresión a otro fotógrafo por parte de uno de los operarios, aunque esto último aún no pudo ser confirmado.

A medida que caía la tarde, los refuerzos policiales despejaron la calzada, removieron a quienes se interponían físicamente en el paso de la grúa y lograron liberar el acceso. Para las 20 horas, la maquinaria ya se encontraba posicionada junto al quebracho, lista para la remoción. En tanto, los manifestantes seguían en vigilia, firmes, con la esperanza de que, una vez más, el árbol resistiera.

El destino del quebracho sigue siendo incierto, pero lo que queda claro es que su historia ya es mucho más que la de un árbol: es el símbolo de una comunidad decidida a defender su territorio, incluso frente a la represión y el desamparo institucional.

Contactanos por cualquier consulta